viernes, 30 de noviembre de 2007

Hoy


Últimamente he leído tantos artículos y he visto tantas películas relacionadas con vivir el presente, que siento que es como una señal del destino.
Siempre viví pensando en el mañana, preocupándome por lo que iba a pasar en el futuro, descuidando las cosas lindas que me estaban pasando en ese preciso momento.
En el mundo en el que vivimos, sin duda que es difícil disfrutar del presente. Estamos siempre priorizando el estudio, el trabajo. Pero éstos son siempre priorizados para el futuro.
Hay que aprender a vivir el momento, decirles a las personas que nos rodean que las queremos, a pelear por lo que queremos ser, a tomar riesgos, hacer que nuestra vida valga la pena.
Nadie tiene el futuro asegurado, pero sí tenemos asegurado el presente. Por qué tanta gente se empeña en vivir pensando en el futuro, o aferrado al pasado? El futuro aún no llegó, y el pasado ya terminó.
Sin duda que todo esto no implica el andar por la vida sólo viviendo el día a día, sin tomar ninguna responsabilidad. Simplemente creo que todos deberíamos disfrutar un poco más de ella.
Disfrutar de una reunión con amigos sin estar pensando que tendría que estar estudiando, tomarse un día libre y hacer lo que se quiera en lugar de estar trabajando. Se puede vivir con responsabilidades, pero sin perder de vista que estamos en el hoy.
"Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira hacia tu alrededor y admira las cosas bellas en el camino. Sube despacio, firme y disfruta cada momento hasta llegar a la cumbre"

lunes, 29 de octubre de 2007

Nada es para siempre


Nada dura toda la vida. Pero como cuesta decirle adiós a las cosas, a las personas.
Cuando se ama, sería correcto decir adiós? A pesar de las diferencias, se tendría que intentar sacar adelante la relación. Pero cuando esas diferencias no se quieren cambiar, la única solución es el adiós? El equilibrio entre la razón y la pasión tendría que estar presente en esos momentos de decisión. Pero supongo que en el mundo habrá muchas personas que son más extremistas, o muy pasionales o muy racionales, dentro de los cuales me encuentro.
Hay que lucharla o hay que tirar la toalla, y tal vez arrepentirse toda la vida de no haberlo intentado? Acá es donde el equilibrio del cual hablé, toma un papel muy importante. Lograr decidir tomando en cuenta lo que uno siente, con lo que uno piensa. Deja sin duda, una tranquilidad inmensa, tomar una decisión así, equilibradamente.
Luchar, luchar por lo que uno siente, será la decisión más acertada.

viernes, 12 de octubre de 2007

¿Qué somos?


Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difìciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir palabra. La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su Padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego; Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo:
"Querida; ¿Que ves?" "Zanahorias, huevos y café; fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidio que probara el cafe?. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Que significa esto, Padre?" El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua fragil. Su cascara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café? sin embargo eran los únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta", ¿cómo respondes? "Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
Y cómo eres tú: "Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
"Eres un huevo, que comienza con un corazon maleable? Posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero "Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazon endurecido? "O eres como un grano de café? ¿El café? cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
¿Como manejas la adversidad? Eres una zanahoria, un huevo o un grano de cafe.

Siempre fui una persona fuerte, que nunca dejé que las situaciones me sobrepasaran. Me asemejo, sin duda, más al grano de café, trato que los problemas se solucionen y no quedo estancada quejandome por que las cosas no me salen bien. Pero es uno el que tiene que cambiar las cosas, y no las cosas cambiar a uno.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Encuentro


"Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en el medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden completamente su importancia y sólo existe aquel momento".
Esta es una cita del libro "El Alquimista" de Paulo Coelho, y es una de las partes que más me gustó.
Para mí ha sido complicado pensar así, siempre fui de esas personas frías y racionales, que pensaban que esa persona especial nunca aparecería. Sin embargo con el paso de los años he visto amigas, amigos, familiares que han logrado encontrar a esa persona especial. Esa persona que te hace feliz con tan sólo una sonrisa; esa persona por la cual uno sacrifica cosas para que este bien; esa persona que cuando está a tu lado hace que sólo importen vos y él.
No se si estoy en condiciones de decir que ya la encontré, pero por lo menos comencé a creer en su existencia.
Les dejo simplemente un consejo que a mi me costó varios años de mi vida comprenderlo; si encuentran a esa persona especial no la dejen ir por nada del mundo.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Una etapa difícil

Creo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido esa sensación de no saber donde estamos parados o hacia donde vamos. Vemos que el tiempo pasa, y nos quedan cosas sin resolver.
Sueños que no se pueden cumplir. Cómo podemos ver las cosas claras cuando el mundo se nos viene encima.
Hay que tomar decisiones, los tiempos se acortan, y las responsabilidades son cada vez mayores.
Lo importante es nunca bajar los brazos. Tal vez las decisiones que tomemos no son las más acertadas, pero también los errores son instancias de aprendizaje.
Y también de eso se trata la vida, de los aciertos y desaciertos. Hasta los desaciertos tienen su lado positivo. Se que es difícil sacar lo bueno de un error, pero que sería de nuestras vidas si no los cometieramos. Nunca aprenderíamos a hacer las cosas correctamente.
Pero que pasa con esas decisiones que te pueden cambiar la vida? Es tan fácil asumir que se corre un riesgo a equivocarse?
Pero las decisiones que se tomen, se tienen que tomar con convicción, sino al final terminamos siendo presos de nuestras propias dudas.